lunes, 27 de diciembre de 2010

Yellowstone y la madre que lo parió

A raíz de la elección de Isabel López Chamosa como diputada en el Congreso de los Diputados, he tenido ocasión de leer algunas opiniones cuya órbita gira en torno a la siguiente idea: ¿cómo es posible que una persona con tan poca formación académica tenga un cargo de tan alta dignidad pública?. Muchas personas creen que el titular de un cargo público debería tener estudios superiores, pues esto es, en principio, signo de conocimiento y saber, o, al menos, debería manejar un acervo de habilidades de comunicación lo suficientemente fino y adornado como para ejercer con pundonor y sin desdoro el cargo, y perdonen la cursilería.
Isabel López Chamosa

Lo cierto es que esta discusión es vieja como el mundo. En la Atenas clásica, Platón concebía el estado ideal como un cuerpo movido por artesanos, guardado por guerreros y gobernado por filósofos. Pero ha llovido mucho desde entonces, y el precipitado de todas las lluvias que han azotado el planeta durante siglos no ha sido el agua resultante de la condensación, sino la sangre, el sudor y las lágrimas de miles, millones de seres humanos como vosotros, como yo. Estas lluvias han ido erosionando el paisaje social hasta conformar las democracias que hoy conocemos, cuya riqueza y fragilidad debería ser preservada como si de un Parque Nacional se tratara, una especie de Yellowstone cuya fauna y flora consistiera en instituciones políticas y principios filosóficos y morales de exquisita belleza y singularidad. Uno de estos principios se concreta en el derecho que tenemos todos a participar en los asuntos públicos a través del sufragio activo -voto- y del sufragio pasivo -candidatura-, sin discriminaciones de ningún tipo. No deberíamos tener prejuicios. Es posible que la señora López Chamosa tenga las aptitudes y el talento adecuados para el cargo que desempeña, eso es algo que sólo podremos enjuiciar pasado un tiempo. Pero, dicho esto, cabe preguntarse si doña Isabel ha sido realmente elegida por el pueblo para desempeñar el cargo de diputada. Veamos qué es lo que quiero decir:

En España, el régimen electoral, cuyas fuentes son:

  • la vigente Constitución,
  • la Ley Orgánica de Régimen Electoral General,
  • los Estatutos de las Comunidades Autónomas y la legislación que, en su caso, hayan aprobado las Comunidades Autónomas en su ámbito respectivo,
  • la Ley de Bases del Régimen Local,
  • y el Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales,
se caracteriza, entre otras, por las siguientes notas:
  • sufragio universal, libre, igual, directo y secreto,
  • circunscripción provincial,
  • representación proporcional para la elección de Diputados y mayoritaria para los Senadores de designación no regional,
  • y sistema de listas cerradas, bloqueadas y con inclusión de suplentes.
Es, precisamente, en esta última nota dónde conviene proyectar nuestra atención: ¿qué significa en la práctica para el ciudadano que el sistema electoral español sea de listas cerradas y bloqueadas?. Significa que el ciudadano elector ve constreñida su libertad de elección al tener que optar en bloque por toda una lista de candidatos previamente confeccionada por los órganos competentes de los partidos políticos. Por ejemplo, en el partido al que pertenece la señora López Chamosa -PSOE- la elaboración de candidaturas para elecciones legislativas se desarrolla, según las normas de carácter interno del partido, del siguiente modo:
  • El Comité Federal establece para cada convocatoria de Elecciones Legislativas el calendario para la elección de candidatos y candidatas por los Órganos del Partido
  • Las Agrupaciones, en asamblea extraordinaria convocada al efecto, podrán proponer nombres de candidatos y candidatas, en el ámbito provincial, al Congreso y al Senado, a la Comisión Ejecutiva Provincial respectiva o en su defecto a la Comisión Regional o de Nacionalidad. El sistema de propuesta se realizará por medio de listas abiertas
  • Las propuestas a la Asamblea se podrán realizar por la Comisión Ejecutiva Municipal o Local y por los asistentes a la Asamblea
  • La Comisión Ejecutiva Provincial o en su defecto la Comisión Ejecutiva Regional, a la vista de las propuestas recibidas, elaborará una candidatura que será sometida a la aprobación del Comité Provincial, Regional o de Nacionalidad según corresponda
  • Las listas contendrán igual número de nombres que puestos correspondan a la circunscripción, y asimismo un número mínimo de tres y máximo de cinco suplentes en el caso de los diputados y diputadas; para los senadores y senadoras se incluirá un suplente para cada candidato
  • Las Comisiones Ejecutivas Regionales o de Nacionalidad podrán emitir un informe escrito indicando su parecer sobre las listas elaboradas por los Órganos Provinciales de su ámbito
  • La Comisión Ejecutiva Provincial/Regional o de Nacionalidad remitirá la lista a la Comisión Federal de Listas para su dictamen previo a la aprobación definitiva por el Comité Federal
  • El dictamen de la Comisión Federal de Listas podrá incluir, razonándolo, nombres de candidatos y candidatas no propuestos por los Órganos Provinciales/Regionales o de Nacionalidad
  • Para el ejercicio de estas funciones, la Comisión Federal de Listas deberá escuchar el parecer de las Secretarías Generales Regionales, así como el de un representante de cada Comisión Ejecutiva Provincial y el del Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que emitirá un informe sobre el trabajo desarrollado por sus miembros y sobre las necesidades del Grupo Parlamentario
Es decir, quien "corta el bacalao", al final, es la Comisión Federal de Listas, que dictamina y puede incluir -razonándolo, qué alivio- candidatos no propuestos previamente por otros órganos más mundanos, y el Comité Federal, que es el que aprueba definitivamente las listas. Es en el ámbito de esta maquinaria de piececitas, ruedas, charnelas, émbolos, ejes y despachos, muchos despachos, dónde doña Isabel López Chamosa ha medrado, no habiendo sido elegida directamente por los ciudadanos.

Es posible que el sistema electoral español, junto con otras facetas importantísimas de la España política, fuese más respetuoso con los principios filosóficos y morales de los que hablábamos al principio, aquéllos de tan exquisita belleza y singularidad, si el debate público no estuviese centrado en las cejas de Zapatero, el chascarrillo de Rajoy o el vestido de la ministra, preguntándonos si nos gusta y queremos este sistema de elección que desplaza a los ciudadanos en favor de los partidos políticos y sus intereses y encenaga, contamina y empozoña el parque de Yellowstone y a la madre que lo parió.

El oso Yogui -insigne miembro de Yellowstone-
fotografiado inmediatamente después de
estudiar el sistema electoral español

miércoles, 15 de diciembre de 2010

"La montaña mágica" - Efectos secundarios

Thomas Mann
A mi edad provecta pensaba ya que una novela no podría conmocionarme. En mi cráneo siempre ha habitado, desde que yo recuerdo, un ente muy persistente y machacón empeñado en hacerme leer, a mí, que no le he hecho nada a nadie, todo género de libros, volúmenes, infolios, manuales y hasta un vademécum de propiedad compartida entre dos buenos doctores que me enseñó, entre otras cosas, que el Lexatín está contraindicado en pacientes con miastenia gravis e hipersensibilidad a las benzodiazepinas. De este modo, mis órganos principales, los más importantes después del cerebro, el corazón, los pulmones y demás vísceras y enseres que adornan mi persona, aquéllos que sólo yo conozco y percibo y que me hacen sentir vivo como un hombre y no como una planta o un cristal, se han estimulado hasta la secreta segregación de las substancias que todo lo pueden sobre la mente, haciéndome posible, al igual que a Vargas Llosa, viajar junto a Nemo en su visionario submarino movido por motores Krupp, luchar junto a los tres mosqueteros y el nuevo chico de provincias por la reina de Francia, o arrastrarme con Marius sobre mi espalda por las cloacas de la ciudad de París que en 1830 se empeñaba en ser burguesa por tercera vez en cuarenta años. Pero también he sufrido algunos libros, hasta la repugnancia, incluso la vergüenza ajena, hasta el punto de no dejarme ver con ellos en público por miedo a que alguien pudiera pensar en la existencia de algún tipo de afinidad entre estos libros y yo. Así, mis órganos principales, aquéllos que sólo yo conozco y me siento, a punto estuvieron de claudicar ante la imposibilidad de digerir  la furiosa vesania de Patrik Bateman.... pero estos libros prefiero no recordarlos.

Primera edición de "La montaña mágica" (1924)
Yo era, pues, un lector que estaba de vuelta, o creía estarlo, mejor dicho, hasta que la machacona entidad que habita al abrigo de mi duramadre me arrastró con maquinaciones y notable perversidad a hacerme con una edición de "La montaña mágica", de Thomas Mann. Finalizado el libro, me asaltó la misma sensación de certeza que tuve al conocer a la chica más guapa que existe, una morenaza de nombre bíblico, voz sureña y uniforme azul que pasó por mi vida como pasa el vapor de una tetera por la cara: te quema la piel y el vapor, en su ascenso hacia los cielos, ni se entera de que tú estabas ahí, embelesado.  Así es este libro, un libro que ha quemado mis más intimos e importantes órganos con el calor de su prosa y las radiaciones que emite de puro genio y maestría, dejándolos insensibles a otros autores y otras obras. Sólo espero que este efecto secundario dure poco.


sábado, 4 de diciembre de 2010

ZP sigue los consejos de Supernnany

El problema de los controladores aéreos en España es el de los niños mal criados: están acostumbrados a que se lo den todo tras patalear un poquito y montar el número. Siempre ha sido así desde que tengo memoria, y no es que yo sea un venerable anciano, pero tampoco soy un veinteañero. No se trata de las razones de fondo, ni de unos ni de otros, puesto que si los controladores aéreos tenían razones cabales para la protesta, deberían haber articulado ésta a través de una convocatoria de huelga, indefinida si lo hubiesen considerado preciso. Nosotros, pobres ciudadanos de una raza inferior a la muy evolucionada raza de los controladores, nos habríamos adaptado a un trafico aéreo más denso y molesto, pero tráfico al fin, durante una temporada, con la consiguiente presión que esto hubiese supuesto para la empresa (AENA) y para el Gobierno.

Por el contrario, estos niños, superdotados y más listos que nadie, han tomado la inteligentísima decisión de coger el juguete con brío, sacudirlo hasta romperlo y tirarlo al suelo para, después, encerrarse en su habitación-hotel y ofuscar su mente en torno a una sóla idea: "Te odio, papá, ojalá te mueras.". De este modo, han conseguido lo que consiguen todos los niños que salen en el programa de Cuatro: resultar repelentes. Muy inteligente, sí señor.

Evidentemente, un buen padre les habría dado un cachete a estos niños a la primera muestra de insolencia, y les habría enseñado modales, y a estas alturas no estaríamos en la situación en la que estamos (Estado de Alarma, nada menos). Pero en esta casa de locos da igual que los niños superdotados paralicen un país sin avisar, con premeditación y alevosía, o que los niños de otras familias, más tontos y mucho más pobres, quemen cajeros en una manifestación, o impidan el libre ejercicio del derecho a jugar de otros niños poniendo silicona en la cerradura de las guarderías... no pasa nada, aquí no pasa nada, esto es una casa moderna con unos padres modernos.

Pues ya iba siendo hora de que el Gobierno siguiera los consejos de Supernanny, si es que esto finalmente resulta ser algo más que un golpe de efecto y se trata de una actitud nacida con vocación de permanecer en el tiempo. De ser así, pronto veremos en los controladores aéreos a unos niños adorables a los que darán ganas de pellizcar en los carrillos.

Cesar Cabo, portavoz del sindicato USCA. No puedo (ni quiero) evitar imaginarme a Zerolo dándole un cachete en el culo: "Has sido un niño muy malo, Cesitar".